El Granate planteó un partido serio, con una defensa firme y un mediocampo combativo. River dominó la pelota, pero nunca logró desnivelar con claridad. Lanús tuvo sus oportunidades, especialmente con contragolpes rápidos y una presión alta que incomodó a los de Gallardo. “En este tipo de partidos, donde hay igualdad, se definen por un detalle. El detalle es que ellos fueron más eficaces y nosotros no. Todos sentimos y vimos que podíamos habernos llevado algo más”, lamentó Pellegrino en conferencia.
El gol de Miguel Borja fue un baldazo de agua fría para un equipo que se sentía cómodo en la cancha. “Mostramos solidez, tuvimos chances más claras que el adversario”, insistió el DT, que vio cómo su equipo empujó hasta el final, pero chocó contra un Armani que volvió a vestirse de héroe.
Para colmo, Lanús sufrió en lo físico. Felipe Peña Biafore tuvo que salir por una lesión en el hombro: “Se le salió de lugar, vamos a ver cómo evoluciona”, explicó el deté. Además, justificó la ausencia de Armando Méndez: “Recién entrenó esta semana a la par, viene desde el año pasado sin jugar y con una molestia en el isquiotibial. Es por una cuestión de ponerlo a punto que no jugó”.
