Javier Parisi se encontró con un disco de The Beatles cuando tenía apenas ocho años. Desde ese momento, su vida hizo un viaje inesperado: no solo es querido por miles de fanáticos de la banda inglesa, sino que además se ganó el cariño de la mismísima familia de John Lennon.
A sus 44 años, Javier mira su pasado con orgullo y sorpresa. “El colo se parece a Lennon”, le había dicho un compañero del colegio cuando tenía 17. En ese momento, jamás se hubiera imaginado que de más grande recorrería diferentes países interpretando a la perfección las canciones que escuchaba en su casa. Ni mucho menos, teniendo la aceptación y el reconocimiento de la familia de John.
El acercamiento surgió gracias a una gorra. Luego de eso, Parisi pudo merendar con la hermana de su ídolo y hoy en día mantienen un contacto cercano. “Vos cuidás muchísimo al personaje y sabemos que lo querés. No podríamos tener en nuestra casa a un loco que se crea Lennon porque a él lo mató un loco”, fueron las palabras que recibió de Julia cuando la conoció en Inglaterra en el 2019.
En la intimidad de su hogar ubicado en Lanús, rodeado de recuerdos, fotos, recortes de diarios y vinilos, el artista explica que su fanatismo surgió cuando descubrió la canción “Anochecer de un día agitado” como cortina musical de un programa de Pinky. Fue entonces, a sus 8 años, que le dijo a su mamá que quería estudiar guitarra e inglés.
En diciembre del 2018 que Javier se puso en contacto con Helen Anderson, la amiga íntima del Beatle, porque quería la gorra de cuero que él había usado en 1964. “La pedí y me llegó en una caja hermosa. Había una tarjeta que decía ‘tomate una fotografía y enviámela’. Cuando se la mandé me dijo que me parecía mucho a John, le conté que hacía música y me pidió que le mandara la canción ‘In my life’”, relata él sobre el primer acercamiento con personas allegadas a su ídolo.
Parisi había subido esa imagen con la gorra a su perfil de Instagram y el posteo le llegó nada más y nada menos que al hijo de John, que no solo le comentó ‘I love it’, sino que también lo empezó a seguir. “Ahí surge toda la locura porque al año siguiente tuve la oportunidad de ir a Inglaterra a trabajar en un musical y vivir tres meses en la casa de Helen”, cuenta el artista y recuerda que la hermana de Lennon iba a tomar el té con ellos.

