El Granate se impuso a Quilmes en Mar del Plata por 85-76, barrió la serie y se clasificó a las semifinales del Clausura. Llegó a estar 18 puntos abajo y recién en el inicio del cuarto final pasó al frente.
El elenco en los primeros minutos le endosó a su rival un parcial de 9 a 0 con Lugli como abanderado. Pero se le complicó al Granate detener las embestidas del dueño de casa, que apostó a las penetraciones en diagonal y no tuvo otra opción que recurrir al tiro exterior; por lo que el primer parcial fue por diferencia de 13 para el local que cerró bien arriba con un triple sobre el límite del tiempo de De La Fuente.
El segundo continuó en la misma sintonía y Quilmes llegó a sacar diferencias de 18 (35–17). A Lanús todo le costó mucho y Saborido intentó mover el tablero de todas las maneras posibles. Achicó un poco la distancia peleando más los rebotes y da cuenta de las variantes Granates, el hecho de que en el primer tiempo Lanús llegó al gol en manos de ocho jugadores, con Augusto Alonso como el más destacado con 7 puntos. Las dificultades para la visita, otra vez sobre la chicharra, Quilmes castigó desde el perímetro de la mano de Brown recibiendo otro golpe más anímico que estadístico.
Pero el tercero salió del libreto. Con defensas duras de ambos lados, Lanús pudo encontrar el atajo y de la mano de Scacchi con un triple formidable y un doble de Ríos, se puso a 8 y la visita empezó a discutir el partido. Y fue palo a palo, nadie regaló nada. Lanús llegó a ponerse a seis pero Quilmes siempre respondió y en gran parte ocurrió porque Verbauwede fue un reemplazo más que confiable de Brown, y el elenco marplatense hasta ese momento dominó la lucha por el rebote 34 a 22. Para el cierre, esta vez el triple del final fue para el Granate por intermedio de Moreno; diferencias de siete para Quilmes y todo a definirse en el último cuarto.
Y Lanús sacó la chapa de puntero. Porque con dos triplazos de Gago y Franchino y cuatro puntos de Atencio se puso al frente por primera vez en el juego (64–66) y más allá de que fue parejo hasta el final, tomó el liderazgo en el electrónico y en lo emocional. Un triple de Gago quebró definitivamente al dueño de casa y Lanús lo sentenció desde la línea con una efectividad que Quilmes careció. El granate ganó en una cancha difícil, barrió la serie de cuartos de final y es más candidato que nunca, siendo el primer clasificado a semis en toda la competencia. Quilmes es la otra cara, fin de temporada para un equipo que se esperaba más.

